Algunas propiedades tardan más en encontrar compradores debido a factores como la ubicación, el estado de conservación o una estrategia de venta inadecuada. Si te preguntas si tienes una vivienda difícil de vender, es importante identificar qué aspectos pueden estar afectando el interés de los compradores y cómo solucionarlo.
Tanto si estás pensando en poner tu casa en venta como si ya la tienes en el mercado sin éxito, te contamos los rasgos que pueden estar frenando la compraventa y cómo mejorar la situación. ¿Es tu casa una vivienda difícil de vender? ¡Averígualo!
8 rasgos de las viviendas difíciles de vender
Una ubicación con pocos servicios, calles con inseguridad, un edificio con desperfectos visibles o un precio fuera de mercado pueden dificultar la venta de tu vivienda. Identificar estos factores y aplicar la estrategia correcta te ayudará a encontrar compradores más rápido.
Desde iad España, te explicamos algunos de los motivos por los que los compradores podrían descartar tu piso, haciendo que permanezca en el mercado más tiempo en comparación con otros inmuebles y clasificándose como una vivienda difícil de vender.
1. Ubicación con escasos servicios o problemas de seguridad
Uno de los problemas que pueden estar condicionando la venta de tu vivienda es la ubicación. Si se encuentra en una zona con pocos servicios (supermercados, farmacias, transporte público), la calle es ruidosa o, incluso, puede llegar a ser insegura, la venta del piso puede ser todo un reto.
En estas ocasiones, es clave apoyarse en la experiencia de asesores inmobiliarios locales. Estos profesionales saben dónde buscar al comprador potencial y conocen las propiedades similares que se han vendido recientemente, así como los precios de venta y el tiempo que han pasado en el mercado.
Además, están informados sobre la edad promedio de los residentes, el nivel socioeconómico y los tipos de familias que predominan en la zona, lo que te ayudará a adecuar la estrategia de venta al perfil de tu comprador ideal.
2. Problemas estructurales en el edificio
Las propiedades con problemas estructurales, como aluminosis, grietas en las paredes o instalaciones antiguas, suelen generar desconfianza entre los compradores. Se trata de defectos que pueden ser percibidos como señales de un mantenimiento deficiente, lo que podría llevar a la suposición de que se requieren costosas reparaciones a corto plazo.
Si tu vivienda presenta este tipo de problemas, el proceso de compraventa puede volverse más difícil. Los compradores tienden a ser cautelosos y, a menudo, se alejan de propiedades que podrían implicar riesgos adicionales.
Por esta razón, es fundamental que consideres la posibilidad de realizar reparaciones que puedan hacer que la propiedad sea más atractiva y que te ayuden a fijar un buen precio de venta. Todas las viviendas tienen salida en el mercado si su precio es justo.
3. Precio de venta muy por encima del valor de mercado
Este es probablemente uno de los factores que más dificultan la venta de una vivienda: fijar un precio de venta que no sea acorde a la realidad del mercado en la zona. Los potenciales compradores no estarán dispuestos a pagar más por tu vivienda cuando hay opciones con mejores precios e, incluso, con mejores condiciones.
Por ejemplo, si tu propiedad se clasifica como una vivienda difícil de vender porque no tiene ascensor en una zona donde la mayoría de las viviendas sí ofrecen esta característica, fijar un precio similar o más alto que el de otras propiedades podría ahuyentar a los compradores. El precio de tu piso debe estar alineado con lo que la demanda esté dispuesta a pagar por él.
4. Necesidad de rehabilitación o reformas
Para muchos compradores, es fundamental que las viviendas estén “listas para entrar a vivir”. Esto significa que buscan propiedades en buen estado, donde no tengan que realizar grandes reformas o afrontar trabajos significativos de rehabilitación, como la renovación de baños, cocinas o la reparación de grietas y humedades.
En un mercado donde la competencia es alta, las propiedades que no cumplen con estas expectativas pueden quedarse más tiempo en el mercado y, a menudo, venderse a un precio inferior.
En estos casos, como vendedor, tienes varias opciones:
- Realizar algunas reformas que mejoren el atractivo del inmueble
- Reflejar el estado del inmueble en el precio de venta
Ser transparente sobre el estado de la vivienda y las posibles mejoras necesarias puede fomentar la confianza y facilitar el proceso de venta.
5. Falta de documentación o situación legal complicada
Antes de comprar una vivienda, los potenciales compradores suelen solicitar la nota simple, un documento en el que se recogen las posibles cargas de la vivienda, los problemas de titularidad en el caso de las viviendas heredadas u otras condiciones problemáticas.
Al comprobar que la vivienda presenta situaciones complejas (ocupación, contrato de alquiler en vigor, cargas y deudas…) los potenciales compradores podrían descartarla. Preferirán adquirir viviendas en las que toda la documentación esté en regla y cuya compraventa no les genere problemas en el futuro.
Por eso, lo ideal es recibir asesoramiento experto para asegurar cuál es la documentación necesaria para poner una vivienda en venta según la legalidad y evitar generar desconfianza entre los posibles compradores.
6. Viviendas pequeñas con pocos metros cuadrados
En los últimos años, las preferencias de los compradores han ido cambiando, y el tamaño de la vivienda se ha convertido en uno de los factores más importantes en la decisión de compra.
Las viviendas pequeñas podrían estar fuera del radar de las familias o de aquellos compradores para los que la amplitud de las estancias es tan importante como la ubicación. De hecho, muchos compradores están ampliando su área de búsqueda en busca de propiedades que ofrezcan más metros cuadrados, incluso si esto significa desplazarse un poco más lejos de sus lugares de trabajo o de las comodidades urbanas.
Como vendedor, es crucial tener en cuenta estas preferencias al comercializar tu propiedad, ya que si no cumple con estos criterios, podría clasificarse como una vivienda difícil de vender.
Para evitar esto, puedes explorar opciones como la reconfiguración de los espacios, lo cual no solo aumentaría su atractivo, sino que también facilitaría la venta en un mercado donde el tamaño y la funcionalidad son cada vez más apreciados.
7. Propiedades sin balcones o salidas exteriores
La importancia de contar con espacios al aire libre o salidas exteriores en un inmueble es cada vez más reconocida por los compradores. Elementos como jardines, terrazas y balcones son altamente valorados, ya que ofrecen un lugar para relajarse, disfrutar de la naturaleza y socializar.
Si tu vivienda en venta no cuenta con estos espacios, pero las propiedades de la zona sí lo tienen, es fundamental abordar esta desventaja de manera estratégica. Para ello, puedes resaltar otras características positivas de tu inmueble, enfatizar su funcionalidad e, incluso, considerar la posibilidad de realizar pequeñas mejoras en el interior que invite a pasar tiempo en casa.
Centrarte en los aspectos positivos y en cómo tu propiedad puede satisfacer las necesidades de los compradores te ayudará a aumentar su atractivo a pesar de la ausencia de balcones o terrazas.
8. Pisos interiores con poca luz
La iluminación de un inmueble es un factor crucial para los compradores. No es lo mismo una vivienda con ventanas que dan a la calle que una que se asoma a patios interiores.
Si tu vivienda presenta poca luz natural debido a su orientación, puede percibirse como claustrofóbica y menos acogedora. Sin embargo, existen trucos de home staging que pueden mitigar esta sensación común en una vivienda difícil de vender y hacerla más luminosa.
Para maximizar la luz natural en tu hogar, puedes pintar las paredes de blanco, utilizar muebles en tonalidades claras y colocar espejos estratégicamente para reflejar y multiplicar la luz en el espacio. Además, considera invertir en más puntos de luz artificial para crear una atmósfera más iluminada y acogedora. Estos simples cambios no solo mejoran la estética de tu vivienda, sino que también la hacen más atractiva para los potenciales compradores.
Vende con tu agente iad y potencia el interés por tu vivienda
¿Cómo puedes hacer que tu vivienda sea más fácil de vender? La clave está en apoyarte en el asesoramiento de expertos. Un agente iad puede calcular el precio de venta adecuado según el valor real de mercado y diseñar una estrategia de venta personalizada, especialmente si tu inmueble se considera una vivienda difícil de vender.
Al trabajar con un asesor inmobiliario de la red iad, obtendrás una valoración de tu propiedad basada en las tendencias actuales de tu mercado. Este profesional se encargará de promocionar tu inmueble, destacando sus características competitivas y te ayudará a obtener toda la documentación necesaria para la venta.
Además, tu agente iad también se encargará de presentar la vivienda de manera atractiva, dirigiéndose al perfil de comprador adecuado, ya sea parejas jóvenes, inversores o familias. Podrás contar con su acompañamiento desde el inicio del proceso hasta el día de la firma de la compraventa, brindándote tranquilidad en cada etapa.